Con los residuos electrónicos disparándose en todo el mundo y con una demanda creciente de materiales reciclados de alta calidad, weeeSwiss Technology AG (Grupo Stadler) identifica las claves que están transformando el sector. Su CEO, Jochen Apfel, explica cómo la innovación, la seguridad y la optimización de procesos marcarán el camino hacia una economía circular más eficiente.
Los residuos electrónicos se han convertido en el flujo de desechos que más rápido crece a escala global, transformando por completo la dinámica del sector del reciclaje. Con más de 30 años diseñando, construyendo y operando plantas de tratamiento de RAEE, weeeSwiss Technology AG dispone de una perspectiva privilegiada para entender las fuerzas que impulsan este cambio: nuevas normativas, fluctuaciones en el valor de los materiales, mayores exigencias de seguridad y un proceso de digitalización que avanza a gran velocidad.
Para Jochen Apfel, este camino comenzó mucho antes de que los RAEE se convirtieran en una preocupación mundial. “Mi motivación surgió cuando era muy joven, mientras completaba mi formación como técnico en electrónica de sistemas energéticos. Me di cuenta de que no podía reparar todos los dispositivos y quise desarrollar una solución de reciclaje”. En la actualidad, ese impulso inicial sustenta el papel de weeeSwiss dentro de Stadler: ofrecer ingeniería de procesos avanzada, seleccionar la maquinaria óptima, diseñar plantas llave en mano y aportar un profundo conocimiento del mercado en toda la cadena de valor de los RAEE.
Hacia materiales de alta pureza y mayor capacidad de procesamiento local
El aumento constante de aparatos electrónicos desechados viene acompañado de una demanda cada vez mayor de materiales reciclados, lo que convierte a los RAEE en un mercado cada vez más competitivo.
“Vemos tendencias muy positivas para el negocio del reciclaje de RAEE, ya que tanto los volúmenes como los precios de las materias primas aumentan continuamente”, explica Apfel. “El mercado demanda materiales reciclados, y la tendencia se desplaza progresivamente de la minería tradicional hacia la minería urbana. Incluso los fabricantes buscan cada vez más formas de reutilizar materiales reciclados”, añade.
Pero el panorama no es del todo positivo. “También hay tendencias negativas, ya que están entrando en el mercado más dispositivos efímeros y de escaso valor, como cargadores, auriculares, pequeños accesorios digitales y juguetes a pilas que se convierten rápidamente en residuos”, señala. “La llegada masiva de productos de baja calidad complica la clasificación y reduce el valor económico de las fracciones recuperadas”, explica Apfel.
El diseño ascendente desempeña un papel fundamental a la hora de afrontar estos retos: “Los fabricantes pueden mejorar los resultados del reciclaje simplificando el diseño de los productos, reduciendo el número de materiales utilizados y garantizando un fácil acceso a las baterías de litio para reducir los riesgos de incendio y permitir una retirada segura y eficaz antes y durante el reciclaje”, señala Apfel. Sin embargo, incluso en estas difíciles condiciones de reciclaje, weeeSwiss es capaz de manipular las baterías correctamente.
La normativa también está reconfigurando el sector, sobre todo en Europa Central y Oriental. «Los recursos son limitados y el comercio entre países está disminuyendo. Además, la normativa está dificultando y encareciendo los movimientos transfronterizos de residuos, lo que a su vez provoca una falta de capacidad de reciclaje en muchos países. Este cambio está acelerando la inversión en la transformación nacional y el desarrollo de una infraestructura nacional de reciclaje”, afirma Apfel
El aumento de los precios de los metales preciosos, sobre todo del oro, está impulsando la adopción de técnicas avanzadas de recuperación. “Para satisfacer esta necesidad, acabamos de desarrollar un nuevo proceso capaz de separar metales preciosos de fracciones muy finas, que en el pasado solían perderse”, explica Apfel.
